La costumbre del Día de la Candelaria en México comienza a tomar forma en las calles, llenándolas de una vibrante tradición que cada año reúne a familias y amigos en torno a una hermosa celebración. Sin embargo, este año hay un detalle que está generando más que un simple murmullo: la popularidad del uniforme del Club América, en conmemoración de su tricampeonato conseguido en diciembre pasado, se ha convertido en uno de los atuendos más buscados para vestir al Niño Dios.
Por toda la república, las tiendas especializadas en atuendos para el Niño Dios están experimentando un aumento notable en la demanda de estos trajes. La euforia por el éxito de este equipo de fútbol, dirigido por André Jardine, parece haber permeado más allá del terreno de juego y ha alcanzado las celebraciones religiosas. Muchos padres están optando por vestir a su Niño Dios de amarillo, como símbolo de su orgulloso apoyo a su equipo en este Día de la Candelaria, que este año se celebrará el 2 de febrero, coincidiendo además con la deliciosa tradición de disfrutar tamales.
En cuanto a los precios, los indumentos pueden variar considerablemente. Los más simples, que quizás tengan un diseño básico y artesanal, pueden encontrarse desde los 80 pesos, mientras que las versiones más elaboradas, que combinan calidad y estilo, pueden alcanzar hasta los 2,000 pesos. Este fenómeno no solo refleja el fervor deportivo que caracteriza a muchos aficionados, sino que también representa una oportunidad para los comerciantes, quienes han descubierto un producto atractivo que puede atraer a más clientes durante esta temporada.
La razón detrás de vestir al Niño Dios el 2 de febrero es profundamente simbólica; esta celebración religiosa marca el final de las festividades navideñas y se centra en la presentación del Niño Dios en los templos. Este acto conmemora la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén, tal como dicta la tradición católica.
Por lo general, son las personas que encontraron el “muñeco” en la Rosca de Reyes el 6 de enero quienes asumen la responsabilidad de vestir y presentar a este pequeño símbolo de fe. Las opciones de vestimenta son diversas y van desde los trajes más tradicionales, como el Niño de Atocha o el Sagrado Corazón, hasta elecciones más personales que reflejan los gustos y pasiones de cada familia, como el uniforme de su equipo de fútbol favorito.
Así, la celebración del Día de la Candelaria se convierte en una mezcla de devoción y modernidad, donde prácticas ancestrales se fusionan con la cultura contemporánea. Este año, la vista de un Niño Dios vestido de amarillo no solo será un símbolo de fe, sino también un recordatorio de la pasión que despierta el fútbol en el corazón de muchos mexicanos.