Tras tres derrotas consecutivas en la Serie A, el AC Milan necesitaba un golpe de efecto. Y lo encontró en un partido lleno de emociones, errores y momentos de brillantez individual. Su victoria 2-3 frente al Lecce no solo rompió la mala racha, sino que encapsuló la esencia del fútbol: drama, resiliencia y redención.
El partido comenzó con un gol anulado por el VAR a Santiago Giménez en el minuto 12, un fuera de lugar milimétrico que encapsuló la mala suerte del Milan reciente. El Lecce, aprovechando el bajón emocional, respondió con un golazo de Krstović desde fuera del área (min. 25), dejando en evidencia las grietas defensivas rossoneri. Para los aficionados, era un déjà vu: un rival en zona de descenso humillando a un gigante herido.
Giménez: Coraje entre la Adversidad
El mexicano, con la camiseta número 7, se convirtió en el símbolo de la lucha milanista:
- Disparo al poste (min. 34): Un remate potente que rozó el gol.
- Asistencia clave: Su desborde y centro generaron el caos previo al autogol de Lecce.
- Frustración visible: A pesar de su entrega, el gol le fue esquivo, reflejando la sequía ofensiva del equipo.
Mientras Krstović anotaba el 2-0 para el Lecce (min. 57) con otro remate impecable, el Milan parecía condenado.
El Milagro de los 10 Minutos Finales
En un giro cinematográfico, el partido explotó en el tramo final:
- Min. 75: Autogol de Antonio Gallo tras un cóctel de presión milanista y errores defensivos.
- Min. 82: Pulisic convierte un penal tras una mano clara en el área.
- Min. 88: Pulisic firma su doblete con un regate entre tres defensas y un remate cruzado.
El Lecce, que había dominado por 80 minutos, se derrumbó bajo la presión de un Milan renacido.
Pulisic: El Héroe Inesperado
Mientras Giménez cargaba con la frustración, Christian Pulisic emergió como la figura clave:
- Cold blood en el penal: Su ejecución calmada igualó el marcador.
- Gol de la victoria: Demostró clase y determinación en su definición.
- Liderazgo silencioso: Su celebración, abrazando a los aficionados, simbolizó la reconexión del equipo con su esencia.
Lecciones para el Milan: ¿Punto de Inflexión?
Esta victoria no oculta los problemas estructurales del equipo:
- Defensas vulnerables: Krstović evidenció la lentitud en la zaga.
- Dependencia de momentos mágicos: Sin Pulisic, el resultado podría haber sido distinto.
- Mentalidad frágil: El equipo se desconecta tras errores, como se vio en el primer tiempo.
Sin embargo, triunfos así pueden ser catalizadores. Con un próximo rival accesible (Como, en puestos de descenso), el Milan tiene la oportunidad de construir momentum.
Conclusión
El partido resumió la temporada milanista: caos, talento individual y una resistencia testaruda. Para los rossoneri, este 2-3 no es solo tres puntos: es un recordatorio de que, incluso en la tormenta, la grandeza persiste.
¿Qué sigue? El desafío es claro: convertir esta remontada en un renacer. Si logran estabilizarse, el sueño de volver a lo más alto de Italia sigue vivo. Por ahora, los aficionados pueden respirar: su equipo, como el fútbol mismo, aún tiene magia que ofrecer.
