Diego Simeone no es solo un entrenador; es el arquitecto de una identidad. Bajo su dirección, el Atlético de Madrid ha forjado un legado de resistencia, ambición y evolución constante. En vísperas del Derbi madrileño en octavos de la Liga de Campeones, sus palabras resuenan como un manifiesto: “Somos crecimiento puro”. Una declaración que define no solo al equipo, sino una era.
El duelo del 4 de marzo en el Santiago Bernabéu no fue un partido cualquiera. Se trato de un capítulo más de una rivalidad donde el Atlético busca romper una maldición europea: nunca ha eliminado al Real Madrid en competiciones continentales. Para Simeone, este enfrentamiento es una oportunidad de reescribir la historia. “Sabemos lo que está en juego; los detalles son definitivos”, advierte, recordando que en partidos de esta magnitud, un momento puede cambiar todo.
Cuando se le pregunta si el Atlético está a la altura del Barcelona y el Real Madrid, Simeone elige el equilibrio entre humildad y orgullo:
“Siempre he colocado en su lugar a Barcelona y Madrid por su riqueza histórica. Nosotros somos crecimiento puro, y eso es verdaderamente bonito”.
Desde su llegada en 2011, el argentino ha convertido al Atlético en un contrapeso a los dominios tradicionales: 2 Ligas, 2 Europa League y 3 Supercopas de Europa lo avalan.
Respeto y Guerra Fría: La Dinámica del Derbi
Simeone enfatiza el “enorme respeto” mutuo entre ambos clubes, pero no ignora la tensión inherente. “Para Madrid, este enfrentamiento es espectacular, y lo mismo para el fútbol español”, señala. Sin embargo, subraya que, más allá de las narrativas externas, lo único que importa es el juego en el campo: “Debemos disfrutarlo. Estamos preparados para lo que venga”. En un partido donde el margen de error es mínimo, su enfoque es claro:
- Control emocional: “Mantener la calma y el enfoque” ante la presión del Bernabéu.
- Cohesión grupal: Priorizar el trabajo en equipo sobre individualidades.
- Adaptación táctica: “Conocemos nuestras fuerzas y armas; buscaremos generarlas en el partido”.
Su experiencia en 32 derbis dirigidos (con 8 victorias, 12 empates y 12 derrotas) le da credibilidad para hablar.
Más allá de las tácticas, Simeone sabe que la psicología es crucial. Enfrentar al Real Madrid, actual líder de LaLiga y defensor del título de Champions, exige una mentalidad de hierro. “Los jugadores deben sentirlo como una oportunidad, no como una carga”, insinúa. Su habilidad para motivar a figuras como Griezmann, Morata o Oblak podría ser el diferencial.
