En una fría noche canadiense, donde la temperatura descendía hasta los -1 grados centígrados, los Pumas de la UNAM se enfrentaron a un rival que, aunque menos conocido, no les hizo la vida fácil. El Cavalry FC se aprovechó, logrando una sorpresiva victoria de 2-1 en el partido de ida de la Primera Ronda de la Concacaf Champions Cup 2025. La templanza del equipo felino parecía haberse desvanecido con el frío, y ahora la presión se cierne sobre ellos, quienes deberán revertir esta situación en el cálido ambiente de Ciudad Universitaria si pretenden evitar un tropiezo que podría marcar el inicio de su año de manera desconcertante.
Desde el pitido inicial, era evidente que algo no marchaba. Pumas intentó mostrar su autoridad y hacer valer su historia en el torneo, pero la emoción del encuentro se vio rápidamente aplastada por una sensación de parálisis. La propuesta ofensiva, que en teoría debería haberle dado un giro a la situación, resultó inocente e insípida. A pesar de contar con delanteros como Rogelio Funes Mori y Santiago López, quienes intentaron hacer de las suyas, el ataque fue como un soporífero remolino que no causaba ningún impacto.
La primera hora del partido se resumió en un tiro alto de Santiago Trigos que se fue por encima del arco rival y apenas en una intervención sencilla de Alex Padilla, el arquero universitario que, aunque seguro, no tuvo que realizar grandes hazañas para mantener la paridad. Jay Herdman, un joven talento de Nueva Zelanda, puso a prueba a Padilla, pero sus intentos no parecían ser una verdadera amenaza.
Cuando todo indicaba que se irían al descanso sin goles, Pumas cambió el rumbo de manera inesperada. Un potente disparo del peruano Piero Quipe sorprendió al arquero rival, Marco Carducci, quien no pudo sostenerlo. En una jugada rápida de reacción, el mexicano de origen canadiense, Santi López, recogió el rebote y lo mandó al fondo de la portería, logrando así su primer gol con Pumas a los 19 años. Era un momento que prometía revivir las esperanzas de los felinos.
Sin embargo, la segunda mitad trajo consigo un cambio radical de fortuna. Pumas, que había estado en control parcial del encuentro, vio cómo su ventaja se esfumaba de manera alarmante. En un tiro de esquina, los defensores universitarios, especialmente José Galindo y Nathan Silva, quedaron estáticos. Charlie Trafford, del equipo canadiense, aprovechó esta desconcentración para conectar una volea maravillosa y poner las cosas en tablas.
Con el nuevo impulso, el Cavalry no tardó en dar la estocada final. A medida que se acercaba el final del partido, Tobias Warschewski apareció de forma sorpresiva en el área, logrando definir con astucia ante la impotencia de Padilla, gracias a un error colectivo en la defensa que dejó a los jugadores universitarios completamente desubicados.
Los ecos de la derrota resonaron en el Starlight Stadium, y el panorama se volvió desolador para los Pumas. Este partido no solo fue una lección de humildad, sino también un recordatorio de que no hay ningún rival que deba subestimarse. Gustavo Lema y sus jugadores ahora deben prepararse para una tarea monumental: revertir el marcador en su casa, donde los fieles seguidores esperan una respuesta contundente ante este tropiezo inesperado. El camino hacia el éxito en la Concacaf Champions Cup está en juego, y la presión más que nunca está en sus hombros.