Martín Anselmi, el estratega argentino de La Máquina de Cruz Azul, vivió un momento de pura emoción en el Estadio de la Ciudad de los Deportes al finalizar el dramático enfrentamiento contra los Xolos de Tijuana. La victoria por 4-1, que les permitió eliminar a su rival del norte y superar una desventaja de 3 goles, fue un auténtico milagro que consolidó su paso a las semifinales del torneo. Con un marcador global de 3-3, el espíritu de lucha de los jugadores se tradujo en un desenlace cinematográfico, demostrando que el fútbol nunca deja de sorprender.
“Hoy fue un partido épico”, comentó Anselmi, su voz vibrante aún impregnada de la adrenalina del encuentro. A pesar de la montaña que tenían que escalar, señaló que la determinación y el compromiso del equipo fueron la clave para triunfar ante las adversidades. “No tengo muchos análisis que hacer, solo que había que luchar hasta el final”, afirmó, subrayando el ímpetu con el que sus jugadores se entregaron en el campo. Para él, ese esfuerzo colectivo fue lo que hizo posible la remontada.
La relación de Anselmi con la afición ha cobrado un valor significativo. En su breve encuentro con la prensa, no pudo evitar compartir el impacto emocional que tuvo una interacción con un aficionado. “Un seguidor nos agradeció por recuperar la identidad del equipo y me dijo que eso valía más que cualquier título”, recordó, con una emoción genuina. Estas palabras resonaron en su corazón, pues Su compromiso siempre ha sido construir un equipo que reflejase la pasión y el orgullo de los aficionados celestes. “Ese reconocimiento es mi mayor triunfo”, expresó con sinceridad.
El partido contra Tijuana no fue sencillo, y para Anselmi, la dificultad fue palpable en cada jugada. “La remontada era un desafío monumental, pero nos sentimos orgullosos de haberlo logrado”, reflexionó, reconociendo la importancia de cada momento durante el partido.
De cara a las semifinales, enfrentarse a las Águilas del América presenta otro gran reto. “Para llegar lejos, debes vencer a los mejores”, afirmó, dejando claro que cada semifinal trae consigo la magnitud de enfrentarse a los grandes del torneo. “Mañana analizaremos lo que hicimos hoy y empezaremos a pensar en América”, agregó, delineando su enfoque metódico y siempre proactivo.
A medida que avanza la temporada, Anselmi no solo dirige al equipo; también actúa como un embajador de la esperanza y la resiliencia para los seguidores de Cruz Azul. En cada partido, en cada celebración, se siente la conexión entre el director técnico, sus jugadores y la afición, una comunidad unida por el deseo de ver a La Máquina alcanzar nuevas alturas. Este camino, lleno de desafíos y triunfos, se ha convertido en una verdadera historia de amor por el fútbol que, sin duda, seguirá resonando en los corazones de todos los que viven y respiran la pasión por el deporte.