América Femenil sigue demostrando su fuerza y determinación en la Liga MX Femenil, manteniendo una trayectoria impecable que pocos equipos han logrado igualar. En la noche del pasado martes, se enfrentaron al Atlas en el Estadio Jalisco y lograron una victoria contundente de 0-3 que no deja lugar a dudas sobre su dominio en el torneo. Este triunfo no solo reafirma su lugar en la cima de la tabla, sino que también destaca la diferencia de juego entre ambos equipos.
Desde el inicio del partido, la atmósfera era la de un claro favorito y un equipo en desventaja. A pesar de que el Atlas venía animado tras su victoria frente a Tigres, la realidad del partido fue distinta. Las Águilas se mostraron decididas y contundentes, capitalizando cada oportunidad que se presentó en la primera mitad. La primera muestra de su potencial llegó a los 23 minutos, cuando Priscila Da Silva, con un espectacular disparo desde fuera del área, rompió el cero y desató la euforia entre los seguidores del América. La guardameta del Atlas no tuvo oportunidad de detener el balón, que terminó profundamente incrustado en la red.
A pesar de haber tomado la delantera, América no se conformó. Con su historial de éxitos en mente, buscaban más. En el minuto 38, un error defensivo del Atlas permitió que Irene Guerrero recogiera un rebote. Con serenidad y habilidad, eludió a la portera rival y a la defensa antes de colocar el balón en el fondo del arco. Con el 0-2 a su favor, el equipo de Coapa parecía imparable.
Mientras el Atlas luchaba por encontrar su ritmo, las Águilas continuaban presionando. El segundo tiempo comenzó mostrando destellos de vida en el equipo local, pero se toparon con una sólida defensa americista, liderada por la experimentada portera Sandra Paños, quien se erigió como un muro infranqueable. Sin embargo, la escuadra rojinegra no encontraba la forma de inquietar el arco rival. Sus jugadoras, atrapadas en un océano de defensas azulcremas, apenas lograban conectar con sus atacantes.
Por su parte, el estratega Ángel Villacampa tomó decisiones rápidas para refrescar su ataque, optando por dar descanso a la destacada Priscila y haciendo ingresar a Sarah Luebbert. Esta fue una jugada clave, ya que permitió que América no solo mantuviera su ritmo, sino que también aumentara su ventaja. Al minuto 66, tras una jugada colectiva llena de habilidad y rapidez, Luebbert dejó un pase perfecto para Monserrat Saldívar, quien, prácticamente en la línea de gol, empujó el balón y selló el destino del encuentro con un tercer gol.
Es indudable que América Femenil, con su inquebrantable estrategia y el talento de sus jugadoras, continúa en una búsqueda implacable por el título. Con todos sus partidos ganados hasta el momento, su andar en el torneo es un reflejo de su compromiso y destreza en el campo. En contraste, el Atlas, que ha conocido más fracasos que éxitos en esta temporada, se encuentra en una compleja situación, luchando por encontrar respuestas a sus problemas mientras ocupa los últimos lugares de la tabla general.
La historia de este partido es un recordatorio de cómo el fútbol no solo es una cuestión de habilidades, sino también de mentalidad, estrategia y los momentos en que los equipos se encuentran listos para aprovechar cualquier oportunidad. En la Liga MX Femenil, el futuro parece brillante para las Águilas, al tiempo que el Atlas tendrá que esforzarse al máximo para revertir su suerte en las próximas jornadas.
